Ataques de Pánico: Síntomas y Causas

Síntomas comunes de los ataques de pánico

Los síntomas de un ataque de pánico pueden variar en intensidad y en la forma en que se presentan.

A continuación, se detallan los síntomas más comunes y cómo se manifiestan, para que puedas reconocerlos de manera clara y específica:

  1. Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado
    • Cómo se manifiesta: Durante un ataque de pánico, es común que el corazón comience a latir con fuerza y rapidez.

      Esto puede generar la sensación de que el corazón está “saliéndose del pecho”.

      En algunos casos, se experimenta dolor o malestar en el pecho, lo que puede intensificar la preocupación y el miedo a que sea un problema cardíaco.
    • Qué hacer: Tómate un momento para colocar una mano sobre tu pecho y tratar de respirar profundamente. Inhala por la nariz contando hasta cuatro, retén el aire unos segundos y exhala lentamente por la boca.

      Esto puede ayudar a reducir la intensidad de los latidos cardíacos.
  2. Dificultad para respirar
    • Cómo se manifiesta: Uno de los síntomas más aterradores de un ataque de pánico es la sensación de falta de aire o asfixia.

      La persona puede sentir que no puede llenar los pulmones con suficiente aire, lo que provoca una sensación de pánico aún mayor.
    • Qué hacer: Practica la respiración diafragmática. Coloca una mano en tu abdomen y otra en tu pecho.

      Inhala lentamente por la nariz, asegurándote de que tu abdomen se eleve más que tu pecho. Esto indica que estás utilizando el diafragma para respirar correctamente.

      Exhala por la boca lentamente, intentando alargar la exhalación.
  3. Sudoración excesiva
    • Cómo se manifiesta: La sudoración es una respuesta natural del cuerpo al miedo y al estrés.

      Incluso si te encuentras en un lugar frío, puedes comenzar a sudar profusamente durante un ataque de pánico.

      Sientes que las palmas de tus manos y la frente se humedecen, y a veces, la sudoración se extiende a todo el cuerpo.
    • Qué hacer: Lleva contigo un pañuelo o una toalla pequeña para secar el sudor.

      Además, si es posible, busca un lugar donde te sientas cómodo para sentarte y respirar profundamente mientras intentas relajarte.
  4. Temblores o sacudidas
    • Cómo se manifiesta: Las manos, las piernas e incluso todo el cuerpo pueden comenzar a temblar involuntariamente.

      Esta sensación puede hacer que sientas que estás perdiendo el control sobre tu propio cuerpo, lo que intensifica la ansiedad.
    • Qué hacer: Si notas que estás temblando, trata de realizar movimientos lentos y controlados.

      Si estás sentado, presiona tus pies contra el suelo para sentir una conexión física y enfocarte en esa sensación.

      Esto puede ayudarte a recuperar algo de control y calma.
  5. Miedo a perder el control o volverse loco
    • Cómo se manifiesta: Uno de los síntomas más intensos de un ataque de pánico es el miedo a que algo terrible ocurra.

      Puedes sentir que estás a punto de perder el control de tu mente o tu cuerpo, o que te estás volviendo loco.

      Este miedo es tan poderoso que puede nublar tu capacidad para pensar con claridad.
    • Qué hacer: Recuérdate a ti mismo que esto es solo un síntoma del ataque de pánico.

      Los pensamientos de miedo son comunes, pero no indican una amenaza real. Trata de repetir en tu mente frases como “Estoy a salvo” o “Esto pasará pronto”.

      Este tipo de afirmaciones positivas pueden ayudarte a reducir la intensidad del miedo.
  6. Sensación de irrealidad
    • Cómo se manifiesta: Durante un ataque de pánico, puedes sentir que el mundo a tu alrededor se vuelve borroso o que todo parece irreal.

      A veces, también sientes que estás separado de tu propio cuerpo, como si estuvieras viendo lo que ocurre desde fuera.

      Esta sensación se llama despersonalización y es una forma en que el cuerpo reacciona ante el miedo extremo.
    • Qué hacer: Para combatir la sensación de irrealidad, intenta enfocarte en tu entorno.

      Puedes hacerlo tocando un objeto cercano, describiendo en voz baja lo que ves a tu alrededor o incluso oliendo algo que te resulte familiar, como un perfume o un pañuelo con aroma.

      Estas acciones te ayudarán a “anclar” tu mente en la realidad y reducir la sensación de desconexión.

Nota final sobre los síntomas

Estos síntomas suelen alcanzar su punto máximo en pocos minutos, y aunque son intensos, no representan un peligro para la vida.

Generalmente, desaparecen en un plazo de 20 a 30 minutos.

Sin embargo, es posible que después del ataque sientas una fuerte sensación de agotamiento y malestar durante varias horas. Reconocer y entender estos síntomas es un primer paso para afrontarlos y encontrar formas efectivas de manejarlos.

Es fundamental buscar ayuda profesional si los ataques de pánico se vuelven recurrentes o interfieren significativamente en tu vida diaria.

Un psicólogo, psiquiatra o terapeuta puede ofrecerte el apoyo y las herramientas necesarias para gestionar los síntomas y trabajar en la prevención de futuros ataques.

Este artículo es informativo y no reemplaza el consejo médico profesional. Consulte a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.

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